En menos de 9 metros de agua, no muy lejos de la costa de Curazao, se encuentra Saba, un remolcador que se hundió hace mucho tiempo. La timonera desapareció y la cubierta está en deterioro, pero sirve de estructura al arrecife y de hogar a una amplia variedad de vida marina. Peces chromis azules, peces ángel de la roca y otros han hecho de Saba su nuevo hogar.