Por: Mónica Sáez P ; Zona Cero
Curazao lo tiene todo. Es un lugar de apenas 60 kilómetros, de punta a punta, con historias locales y héroes cotidianos.
A la isla de Curazao hay que sentirla sin apuros y sin afanes, recorriendo cada calle, cada lugar y escudriñando un poco de las historias que día a día son protagonizadas los hombres y mujeres curazoleños y los miles de turistas
La oficina de turismo de Curazao, CTB, trabaja para mover la economía local. Una gran parte de los turistas viene de Europa y Estados Unidos. Otro porcentaje importante de visitantes viene a bordo de los cruceros, es fácil ver anclados hasta dos buques en los muelles.
Colombia es uno de los países que está en la mira del buró de turismo, porque el número de visitantes colombianos ha crecido en el último año y la puesta en marcha de la ruta sin escalas entre Barranquilla y Curazao puede incentivar a que se cambie el destino de llegada con igual o menos dinero en juego.
Para llegar a la isla de Curazao lo primero que hay que hacer es comprar su tiquete de avión en la aerolínea de su preferencia. Durante dos meses, la aerolínea EZair tiene el precio de lanzamiento de 300 dólares para viajar ida y vuelta a Curazao desde Barranquilla. Avianca viaja a Curazao con 11 frecuencias semanales y sus precios varían dependiendo la fecha del salida y llegada. Lo mismo Wingo.
No se necesita tener una visa sino tramitar un permiso de turismo en línea y tener claro el sitio de llegada o la reserva.
El idioma no es obstáculo porque la mayoría de curazoleños habla cuatro: papiamento, inglés, holandés y español.
La mayoría de colombianos compra paquetes, pasajes, hospedaje y alimentación, con el fin de solo visitar los sitios turísticos de la isla y poder disfrutar de la isla sin preocupaciones. O vienen en los cruceros.
Curazao ofrece un número variado de hoteles con precios que van desde los 200 mil pesos colombianos diarios, en hostales; desde 330 mil pesos en hoteles boutique y desde 500 mil pesos diarios en hoteles mucho más grandes y lujosos.
Hay muchas alternativas, entre ellos los llamados hotel boutique. Uno de ellos es el Scuba Lodge Boutique Hotel, en el sector de Pietermaai, una de las zonas más despiertas y alegres de la dulce Curazao y que funciona en siete edificaciones históricas que datan del siglo XIX, declaradas por (Lee el artículo completo aquí)