Por: Juliska Cyntje (@iamjayceeclaire)
Curaçao, es una joya caribeña conocida por sus hermosas playas de color turquesa y coloridas edificaciones, también alberga naturaleza virgen y paisajes. El aire nunca ha sido más fresco en este lado de la Isla, imagíante escuchar los pájaros, el viento soplar, la respiración de los árboles y las relajantes olas del océano ... todo mientras observas el amanecer. Todo esto es posible en el norte de la Isla o 'Banda bou' (como lo llamamos en nuestro idioma nativo Papiamentu).
La mayoría de las veces no tendrás que verificar el clima mientras visitas Curaçao, ¡excepto en las horas del amanecer o el atardecer! El sol sale entre las 6:00 y las 6:30 a.m. religiosamente. Un viaje en automóvil puede demorar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de dónde te estés hospedando.
¡Son las 4:30 a.m. y es hora de despertar! Prepárate y empaca un buen desayuno, algunos bocadillos y mucha agua (imprescindible). Dirígete a "banda bou" hacia Landhuis Daniel (fácil de encontrar en Google Maps). Justo antes del Landhuis Daniel verás este letrero de madera. Parquea junto a la carretera y toma la ruta de señalización que dice "Early Bird".
Una organización local de voluntarios "Stichting Uniek" hizo que el camino fuera agradable y fácil, encontrarás rocas en distintos colores según la ruta que prefieras tomar. Verás el mapa al comienzo del sendero. Para este sendero, solo deberás seguir las piedras amarillas.
Ten en cuenta que este camino está hecho de piedra caliza erosionada y, por lo tanto, es muy desigual y afilada. Para ello, unos buenos tenis son imprescindibles, evita chanclas o sandalias.
Después de 5 a 7 minutos de caminata, encontrarás un mirador. Sube las escaleras, inhala, exhala y disfruta de la vista. Mira a la izquierda y verás la encantadora casa de campo amarilla Daniel en el otro extremo. Continua tu viaje y contempla la diversidad de la naturaleza, como este pintoresco árbol de ensueño.
Después de 20 a 30 minutos, te espera una impresionante zona de asientos con vistas panorámicas. Te sugiero tomar tu desayuno acá ¿Necesito decir mas? Créeme cuando te digo que estas fotos no le hacen justicia, tendrás que visitar este lugar para estar de acuerdo.
Durante este camino encontrarás dos cuevas, ambas con impresionantes vistas. La ‘Kueba Mirador’ (cueva del Mirador) y la ‘Kueba di Pachi’ (cueva de Pachi). Ejercita tus rodillas, porque tendrás que gatear un poco para llegar al final de las cuevas, especialmente la cueva Mirador. A ti tampoco te importa ensuciarte, ¿verdad? Entonces estamos bien.
Para un poco más de adrenalina, las piedras marcadas en amarillo te llevarán a un área donde es seguro descender. Después de descender, puedes explorar las llanuras arenosas de San Pedro y cuevas más antiguas y escondidas. ¡Pero cuidado! ¡Puedes encontrarte cara a cara (puedes decirles hola) con vacas, toros, cabras o burros en cualquier momento!
No te preocupes (calma), pertenecen a una finca de la zona y se portan bien, siempre y cuando no sean molestados. Disfrutan de su paseo diario tanto como tú. Si los atrapas por la tarde, es posible que los encuentres caminando en una hermosa fila de regreso a la granja. Ojalá mi hijo fuera así de obediente sin supervisión. jajaja.
Puedes caminar hasta llegar al rudo lado norte, pero por favor, háznos un gran favor a nosotros y a ti, no entres a esta agua. Las llanuras arenosas de San Pedro generalmente se exploran en vehículos todo terreno, cuatrimotos, bicicletas y todoterrenos, porque es una carretera muy larga, polvorienta y muy divertida cuando está embarrada.
Continúa caminando hacia el oeste y encontrarás otra cueva enorme, llamada "Kueba di brua", traducida literalmente como "Cueva Voodoo". Se rumorea que durante la época de la esclavitud en la noche hubo practicas de un tipo de vudú en esta cueva. Otro hito en las llanuras arenosas es el "ojo de buey"; los reconocerás por los anillos concéntricos hechos de rocas. Durante la Segunda Guerra Mundial, los pilotos estadounidenses utilizaron este terreno para practicar bombardeos. Aquí se dejó una historia interesante, suena como una razón más para no perderse este sitio.
Si no deseas descender, puedes caminar de regreso por el mismo sendero. Si desciendes, tendrás que caminar de regreso y así poder volver a tu carro.
La aventura aún no ha terminado. Continúa hacia el oeste. Si tienes tiempo, haz una parada rápida en Daniel Snack y cómprate unos cocos frescos fríos.
Cuando estés listo, continua tu viaje por la carretera hasta llegar al barrio de Tera Kòrá. Recientemente también han construido un mirador aquí, muy acogedor y fresco para pasar las tardes. Estaciona aquí, camina en dirección este y baja con cuidado las escaleras al final de la acera.
Las escaleras te llevarán nuevamente a las llanuras arenosas de San Pedro, pero esta vez por los aerogeneradores. Te reto a caminar hasta el último. Parecen pequeños desde lejos, pero a medida que te acerques, te sorprenderá lo grandes que son y poder caminar junto a ellos tan cerca ... ¡solo en Curaçao!
Pasarás por diferentes 'Boka's', que son las calas naturales. ¡Prepara la cámara!, porque las olas chocarán contra las rocas en cualquier momento, y tal vez contra tu espalda si estás lo suficientemente cerca. Para cuando llegues, probablemente haga calor, así que no sé tú, pero no me importaría enfriarme tocando las aguas cristalinas del océano.
Una vez que hayas llegado al último molino de viento, dirígete hacia la orilla y llegarás a esta tranquila cala. Este es un lugar perfecto para sentarse en esta arena dorada, relajarse, tomar una copa y un aperitivo. Es un poco rocoso si quieres meterte en el agua, pero está bien para un chapuzón rápido si lo deseas. Después de relajarte, puedes regresar por el mismo camino.
Espero que disfrutes de este sendero tanto como yo. Haz videos, toma fotos y no te olvides usar los hashtags #Curacao y #SienteloPorTiMismo y etiquétanos @isla_de_curacao para que podamos ver cuánto te has divertido.
¿Saludos soleados y nos vemos en un próximo blog!
Juliska,
Tu amiga local.
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