Curaçao fue descubierta en 1499 por el explorador español Alonso de Ojeda, un teniente de Cristóbal Colón. El español bautizó la isla “Isla de los Gigantes” refiriéndose al físico macizo de sus habitantes originales, los Arahuacos. Existen varias teorías acerca del origen del nombre actual, siendo el más posible, la palabra portuguesa para curación (curação) o corazón (coração). Hoy en día, a nivel local, la isla es cariñosamente conocida como “Dushi Korsou” (Dulce Curaçao).
Curaçao permaneció bajo el control español hasta la ocupación holandesa en 1634. En 1642, Peter Stuyvesant fue nombrado gobernador. En 1647, Stuyvesant se convirtió en gobernador de Nueva Ámsterdam, la cual más adelante se convirtió en la Ciudad de Nueva York. En 1662, la ciudad capital de Willemstad se convirtió en un centro mercante mayor para la trata transatlántica de esclavos bajo la dirección de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales. El Museo Kura Hulanda en Otrobanda es una atracción turística que exhibe el papel de la isla durante este controversial período.
Desde el final del siglo XVII hasta el comienzo del siglo XIX, la isla continuó siendo objeto de conquista, cambiando varias veces de manos inglesas a holandesas hasta que finalmente los holandeses tomaron el poder en 1815. (Incluso un corsario francés trató de invadir la isla en 1713, pero desistió después de obtener un ventajoso rescate).
Curaçao tuvo su mayor flujo de inmigrantes en los años 20 y 30. Hoy en día, existen más de cincuenta nacionalidades en la isla las cuales contribuyen a su diversidad y desarrollo extraordinarios. El estatus colonial de Curaçao y otras islas de las Antillas Holandesas cambió en 1954, cuando las islas recibieron autonomía total dentro del Reino de los Países Bajos. En octubre 10 del 2010, las Antillas Holandesas se separaron y Curaçao se convirtió en un país constituyente del Reino de los Países Bajos.
En la actualidad, la isla, y más de 142,00 habitantes, es llevada en hombros de nuevos gigantes –artistas, animadores, empresarios y soñadores cuya imaginación y ambición envía una invitación abierta a los curiosos, llamándolos a disfrutar de una cultura de libertad y exploración donde se originan grandes ideas y la creatividad y la audacia son siempre bienvenidas.